martes, 25 de noviembre de 2008

Estudio Platino de prevalencia de la EPOC en America Latina (Tercera parte). Tratamiento con jarabes y prevención


Es poca la evidencia científica que respalda el tratamiento
mucolítico o los jarabes para la EPOC, por lo
que no se ha recomendado su uso amplio. Los resultados
de PLATINO indican que hasta una quinta parte de
los sujetos (19,8%) recibía este tipo de medicación, que
en el caso de São Paulo superaba a la utilización del tratamiento
inhalado. Los datos publicados en Francia y
Alemania muestran que un tercio de los pacientes con
EPOC recibe jarabes mucolíticos.


La espirometría es un indicador de mejor información
por parte de los médicos o servicios clínicos en relación
con el diagnóstico y tratamiento de la EPOC.
PLATINO mostró que su realización previa estuvo asociada
tanto al uso de medidas preventivas como a la
prescripción de broncodilatadores y esteroides, lo que
apoya la evidencia existente de que la disponibilidad de
esta técnica optimiza el tratamiento de la enfermedad.

Estudio Platino de prevalencia de la EPOC en America Latina (Segunda parte). Tratamiento con Broncodilatadores y esteroides.


Si bien los broncodilatadores son el tratamiento central
de la EPOC, los datos de PLATINO muestran el
bajo uso de los broncodilatadores inhalados y la variabilidad
entre los centros. Esto podría estar vinculado
con la falta de disponibilidad de estos fármacos por razones
económicas, pero no puede descartarse el desconocimiento
entre los médicos de las ventajas de esta vía
sobre la oral. La falta de datos provenientes de estudios
de base poblacional sobre el uso del tratamiento broncodilatador
impide establecer comparaciones con los
presentes resultados.


Además, el uso de broncodilatadores en sujetos con
EPOC depende del nivel de atención y muestra una amplia
variabilidad en diversos países (un 19% en Italia y
un 54% en el Reino Unido). Difeentes estudios señalan que
esta situación se produce fundamentalmente por diferencias
entre el manejo clínico diario y el uso de pautas
normativizadas. En el mismo sentido, el estudio IDENTEPOC,
que investigó los factores determinantes del
tratamiento farmacológico en estos pacientes, destaca
que las diferencias en la forma de medicación reflejan
que los médicos toman sus propias decisiones y que no
necesariamente siguen las guías terapéuticas. Por otra
parte, datos provenientes de grupos seleccionados,
como la población participante del estudio en el momento del ingreso, muestran que los pacientes
con EPOC grave (FEV1 del 44%) recibían broncodilatadores
inhalados en más del 90% de los casos.

Los esteroides inhalados están fundamentalmente indicados
en los pacientes con EPOC de grados más avanzados,
con exacerbaciones frecuentes. No se recomienda
su uso por vía oral, excepto durante las exacerbaciones.
Apenas un 5% de los casos de EPOC diagnosticados por
PLATINO recibía fármacos antiinflamatorios, ya fuera
por vía inhalada (2,4%) o por vía oral (2,5%). Si bien su
uso estuvo asociado a la gravedad de la enfermedad,
sólo alcanzó a un 13,5% de los afectados de EPOC con
FEV1 inferior al 50%. En Europa la prescripción de esteroides
varía entre países: un 9% en Alemania y un 22%
en Reino Unido, en tanto que en Francia se ha publicado
una proporción de pacientes tratados con esteroides inhalados
mayor que la esperada para la gravedad de la
enfermedad8. Esta variabilidad también se observa a lo
largo del tiempo, de modo que las cifras más recientes
van de un 26 a un 76%.

Estudio Platino de prevalencia de la EPOC en America Latina. (Primera parte).


PLATINO es un estudio de base poblacional
para medir la prevalencia de la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC) en São Paulo (Brasil), Ciudad de
México (México), Montevideo (Uruguay), Santiago de Chile
(Chile) y Caracas (Venezuela). El objetivo ha sido describir
el tratamiento preventivo y farmacológico en individuos con
EPOC y los factores asociados al mismo.

Los sujetos elegibles para el estudio completaron un
cuestionario y realizaron una espirometría posbroncodilatador;
de un total de 5.529 individuos con datos autorreferidos
sobre tratamiento, se identificó como afectados
de EPOC a 758, de los que 86 tenían diagnóstico médico previo.
Considerando la totalidad de los pacientes con EPOC, sólo la mitad
de los fumadores o exfumadores había recibido consejo antitabáquico
y el 24,7% recibió algún tipo de medicación respiratoria.

El uso de esteroides inhalados alcanzó un 13,5% de
los individuos más graves. En el grupo de EPOC con diagnóstico
médico previo, el 69% de los fumadores o exfumadores
había recibido consejo médico para dejar de fumar y el
75,6% medicación respiratoria en el último año, un 43% de
ellos por vía inhalada y un 36% broncodilatadores. La cobertura
de vacunación antigripal y el uso de mucolíticos e inhaladores
fueron variables en los distintos centros. Todas las prescripciones
terapéuticas se asociaron a espirometría previa.

Péptido natriurético Cerebral


El BNP es una hormona peptídica que se sintetiza
principalmente en el ventrículo izquierdo y a la que se
atribuyen propiedades vasodilatadoras y diuréticas. El
concepto de que el “corazón es un órgano endocrino secretor
de hormonas al medio interno” ha llevado al estudio
de esta sustancia como un marcador con valor diagnóstico
y pronóstico en los pacientes que presentan
insuficiencia cardíaca. El BNP se sintetiza en el miocardiocito
como una preprohormona (pre-proBNP), que
se escinde luego en 2 moléculas, el proBNP y un péptido
señal. El proBNP se divide a su vez en el propio
BNP y en un péptido N-terminal sin actividad biológica
(NTproBNP).

En la práctica clínica, cuando haya que valorar estas
sustancias, debe tenerse en cuenta que en la insuficiencia
cardíaca que se asocia con otros trastornos el aumento
de las concentraciones séricas del BNP y del
NTproBNP no permite asegurar que la disnea del paciente
es de origen cardíaco, ya que otras enfermedades,
como la EPOC, también pueden ser responsables de
ella. Conviene saber asimismo que varios estudios han
señalado que el incremento del BNP y del NTproBNP
podría ser útil como marcador de la gravedad y, por tanto,
como índice pronóstico de la EPOC y del cor pulmonale
crónico, ya que expresaría la alteración del
equilibrio hidroelectrolítico que se produce por la hipoxia
y la distensión de las venas pulmonares y las cavidades
cardíacas derechas.